Emprender a toda costa

by | Nov 10, 2020

Mientras regresaba de la playa en el auto familiar, sostuve una conversación con mi hija Carla –la más interesada en asuntos del país– y recordé con nostalgia los viajes con mi padre, conversando sobre el futuro… No pensé que el tiempo pasaría tan rápido: recuerdo claramente las playas limpias, la gente, los guardias de edificios, el vendedor de pescado, el heladero, el coquero y los comerciantes que, como microempresarios, se ganaban el pan diario pese al ardiente sol, la mayoría sin afiliación a la seguridad social. Ahora, con mi propia familia, al observar el mismo escenario, volví a experimentar un sentimiento de frustración porque, pese al tiempo transcurrido, no ha habido crecimiento económico significativo en la costa. Leyendo diario El País reflexioné sobre cómo una economía tan poderosa como la española: industrial, turística, exportadora de bienes y servicios, miembro de la Unión Europea, cuya moneda es el euro, con financiamiento disponible a bajas tasas de interés del Banco Central Europeo, proyecta terminar el 2020 –según el FMI– con un déficit mayor al 14 % del PIB. Esto es, aproximadamente, 140.000 millones de euros, cifra más grande que el PIB del Ecuador. Me pregunto: ¿cómo navegará nuestro país en el turbulento mar de una economía pandémica que afecta todos los mercados de exportación, sin política monetaria ni flexibilidad en su política fiscal o laboral? Una lógica respuesta para mi análisis es emprendiendo a toda costa, tanto desde el sector público como desde el privado. En el sector público, propongo modificar la Ley de Compras Públicas para que start ups privadas oferten soluciones tecnológicas (aplicaciones) para mejorar la vida de las personas y, así, que lo público apoye el emprendimiento, como se hace en otros países. Además, para apoyar el emprendimiento público-privado existe un ecosistema que cuenta con instituciones como Innobis, AEI, Epico, Corpei, quienes asisten a las start ups y pymes. He conversado con muchos jóvenes de entre 21 y 28 años, que no consiguen trabajo o no tienen oportunidad ni dinero para emprender. Para mitigar este problema social debemos gestionar mecanismos de capacitación en profesiones técnicas –con estudios de hasta dos años–, alineadas con la economía del futuro. Debemos preparar jóvenes en inteligencia artificial, robótica, el internet de las cosas, instalación de fibra óptica, etcétera. Una opción es atraer grandes empresas tecnológicas, como Amazon, Google, Facebook, Intel y Alibaba que inviertan en Ecuador, como lo han hecho en Colombia y Costa Rica. Finalmente, recomiendo crear el Banco de Exportaciones del Ecuador, con capital nacional e internacional, para fomentar las exportaciones de productos tradicionales, no tradicionales y agroindustriales, similar al Bladex Panamá. En conclusión, hasta el 2025, debemos fomentar el emprendimiento a toda costa, en la Costa, Sierra, Oriente y Galápagos, para lograr transformaciones radicales desde los sectores privado y público, con el objetivo de ser un país competitivo, con crecimiento económico, pleno empleo, óptima salud y educación de calidad, en la economía del futuro. (O)