Ecuador, un país con oportunidades la educación

by | Abr 13, 2019

En su libro From the ground up (Desde cero), Howard Shultz, ex-CEO de Starbucks, la cadena internacional de cafeterías más grande del mundo con cerca de 30.000 locales en operación, menciona el fragmento de un discurso pronunciado por John F. Kennedy en Brooklyn, Nueva York, en 1960, que se grabó en su mente cuando tenía 7 años. Kennedy manifestó: “No digo que todas las personas tienen similares talentos, pero sí digo que cada uno de ustedes debería tener igualdad de oportunidades para desarrollarlos”.

Shultz relata que su familia fue pobre, que sus progenitores no tenían una buena educación, ingresos fijos ni seguro de salud, pues su padre no conseguía trabajo estable. Esto y el discurso de Kennedy lo motivaron para ganar una beca deportiva en la Universidad del Norte de Michigan, perseguir el sueño americano y convertirse en un gran empresario, que luego de su retiro buscará la presidencia de los Estados Unidos el 2020.

Reflexionemos que no toda decisión de negocios en una empresa debe ser económica, que los empresarios tienen una responsabilidad social más allá de producir utilidades. Por eso, Starbucks asume el costo y ofrece a sus empleados educación en línea en la Universidad del Estado de Arizona.

Gracias al apoyo familiar, pude educarme en el colegio Cristóbal Colón, de Guayaquil, y estudié Administración de empresas en los Estados Unidos, graduándome con un título de MBA, que me ayudó a trabajar en un banco multinacional que ofrecía a sus ejecutivos programas de capacitación a nivel local y en el exterior.

Durante mi carrera empresarial-profesional, he notado deficiencias en nuestro sistema educativo, por falta de acceso a una educación integral en valores, ciencias, pensamiento racional, tecnología y redes sociales, arte y cultura general. Preguntémonos: ¿por qué algunas personas con inteligencia y potencial no pudieron educarse con buenos conocimientos, metodologías y luego capacitarse en empresas privadas o públicas, para ser más productivos, escalar posiciones y mejorar los ingresos familiares?

En el caso del señor Shultz, procuró educarse mediante una beca universitaria, pero su punto de despegue fue la oportunidad para comprar Starbucks en 1987, pese a no tener capital para hacerlo. No solo que el sistema económico americano le dio la oportunidad, sino que una persona de buena fe –el padre de Bill Gates, un gran abogado de Seattle–, sin conocerlo personalmente, lo ayudó y financió la compra de Starbucks, que entonces contaba con pocas cafeterías.

Luego de 29 años, Howard Shultz se ha retirado de la empresa para dedicarse a la política y empezar su carrera a la presidencia de los Estados Unidos, “país de la igualdad de oportunidades y de la libertad de escoger”, como decía Milton Friedman en su libro Free to choose.

La empresaria ecuatoriana Isabel Noboa Pontón, conjuntamente con otros empresarios y ejecutivos, impulsan la iniciativa “Unidos por la educación”, cuyo objetivo es articular acciones público-privadas para mejorar el nivel y ofrecer oportunidades a estudiantes, nuevos graduados y docentes. Entre los principales programas de este proyecto están: Educar desde mi empresa, Apadrinar un centro educativo, Fortalecer la inteligencia digital, Apoyar institutos técnicos, Educar a emprendedores, etcétera.

Esta “alianza” de empresas y universidades privadas busca sinergias y coordinación con gobiernos central y seccionales, con Senescyt, Ministerio de Educación, universidades públicas y los gobiernos autónomos descentralizados (GAD), tomando en cuenta las necesidades del país y la empresa privada, buscando mejorar la calidad de la educación, apuntando a una economía más competitiva, productiva y solidaria hacia el 2030, y lograr clasificar en los primeros 50 lugares de los índices de Competitividad Global y del Doing Business, reportes emitidos anualmente por el Foro Económico Mundial y el Banco Mundial, respectivamente.

Algunas de mis recomendaciones para esas políticas públicas: Crear una base de datos de los becarios de Senescyt en la última década y ofrecerles oportunidades de trabajo en los sectores público o privado para que no se “fuguen” los cerebros a otros países; establecer, en todos los colegios, un sistema obligatorio de servicio comunitario de, al menos, 90 días a partir del décimo año de educación básica, para que los estudiantes de diferentes comunidades y niveles sociales, dentro o fuera de sus cantones, conozcan la realidad del país, intercambien experiencias o mejoren sus competencias de comunicación, aprendiendo de los demás; implantar –obligatoriamente– la enseñanza del idioma inglés desde primaria, para aprovechar el lenguaje tecnológico, redes sociales y negocios.

Debemos restablecer los programas de becas para que los mejores bachilleres de colegios fiscales y particulares estudien en universidades de prestigio, nacionales o internacionales, siempre que vuelvan a trabajar o emprender en el país –si van al exterior–, o en sus comunidades; y, legislar para que las fundaciones u organizaciones no gubernamentales (ONG) establecidas en el Ecuador reciban donaciones oficialmente registradas, con ventajas fiscales para los donantes, como rebajas en el impuesto a la renta. Estas ventajas pueden dirigirse a organizaciones dedicadas a mejorar la educación y capacitación de estudiantes y docentes, a ayudar en el tratamiento de enfermedades catastróficas, a proteger a la niñez, mujeres maltratadas, jubilados o personas con discapacidad mental.

Los pueblos educados progresan ofreciendo oportunidades de estudio y trabajo, que contribuyen al crecimiento de empleo digno y del Producto Interno Bruto, mejorando también sus recaudaciones tributarias. La educación y capacitación de estudiantes y profesores deben estar en las agendas del Estado central, sector privado, universidades y gobiernos autónomos descentralizados que, por medio de aplicaciones en línea, deben brindar oportunidad de educarse a todos sus ciudadanos. Así evitaremos –según Vargas Llosa–, “la llamada de la tribu” y que la gente humilde, por desesperación, vote por populistas autoritarios que aumentan la pobreza y nos quitan el sueño ecuatoriano de mejor vida a nuestras familias, hijos y nietos por medio de la educación, cumpliendo el de John F. Kennedy de dar igualdad de oportunidades a todos para desarrollo de sus talentos. (O)

* Consultor empresarial.

La educación y la capacitación de estudiantes y profesores deben estar en las agendas del Estado central, sector privado, universidades y gobiernos autónomos descentralizados (GAD) que, por medio de aplicaciones en línea, deben brindar oportunidad de educarse a todos sus ciudadanos.

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